MEMORIAS DE UNA ENTELEQUIA (TMO)


Y si me pongo a escribir un libro que se llame TMO? Si no lo has entendido es porque eres o (lo más seguro) te crees que eres de la Otra Margen del Río de Mierda. Pero no te preocupes, perla: te me paras un momento y le echas una oreja. Dejas el puto telefonito y así seguro que lo escuchas. No oyes? Chasquea en las espaldas de los galeotes encadenados en cristal de las Fábricas del Siglo. Espera. Tranquilo.... De veras no oyes? Suena t m o, t m o .... No sabes? Los templos de la Interactuación restallan como enormes colmenas dentro de la cabeza de entelequias que compran el pan para celiacos de su hija, o hacen cola en el banco, justo detrás tuyo: t m o, t m o, tmo....TMO! TMO! TMO!